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jueves, 19 de diciembre de 2013

REPORTAJE: LA UNSAAC Y LA SANGRE DERRAMADA

El 12 de julio de 1991, a las cuatro de la tarde, el profesor Iván Pérez Ruibal, docente de la Facultad de Economía de la UNSAAC, se aprestaba a ingresar a clases cuando cuatro disparos perforaron su cuerpo. Minutos antes, tres encapuchados se habían colocado estratégicamente en los pasillos de dicha Facultad (actual pabellón de Educación) y luego de expulsar violentamente a los estudiantes que se encontraban cerca, atacaron al joven profesor que también era regidor de la Municipalidad del Cusco y dirigente de la Federación Departamento de Trabajadores del Cusco.

Las investigaciones realizadas posteriormente permitieron conocer que Sendero Luminoso había dispuesto el asesinato de Iván Pérez Ruibal como amedrentamiento a los militantes de la Izquierda Unida así como para presionar a la gestión municipal encabezada por el entonces alcalde Daniel Estrada Pérez.

No se pudo conocer la identificación de los que mataron a Pérez Ruibal Rodríguez, aunque trascendió que uno de los homicidas habría caído después en un enfrentamiento con el ejército en Apurímac y otro  habría muerto en un confuso incidente en la margen derecha del Rio Huatanay. La primera regidora de la  municipalidad del Cusco, Lic. Silvia Uscamayta, esposa del profesor Pérez Ruibal, recuerda así este doloroso episodio: “Iván era  militante de izquierda, entonces para él era contradictorio construir una  sociedad humana y justa generando violencia y atentando contra los que menos tienen; él quería  un cambio sin violencia, eso ha hecho que el sea dirigente del Partido Comunista y llegó a ocupar el cargo de regidor de la municipalidad del Cusco en la gestión del Dr. Daniel Estrada Pérez”.

La señora Silvia Uscamayta destacó que el profesor Pérez Ruibal “fue estudiante del colegio Ciencias y ganó una beca para estudiar en la universidad Patricio Lumumba de Moscú (RUSIA) donde estudió Ciencias Económicas y se graduó con el título de magister en Economía y Planificación. Cuando vuelve a su país, busca generar condiciones de equidad y de justicia, es muy solicitado para dictar charlas, conferencias. En ese  tiempo entra a la docencia universitaria de la Universidad Andina del Cusco y luego a la  UNSAAC, porque era un modelo intelectual a seguir”.

La Lic. Silvia Uscamayta anunció que al cumplirse  veinte años del deceso del economista Iván Pérez Ruibal, se inmortalizará su imagen en el Hemiciclo municipal como homenaje a un líder político cusqueño.  

DOS JÓVENES CAÍDOS EN LA OSCURIDAD  
El 14 de Junio de 1991, el estudiante de la Facultad de Economía de la UNSAAC, Nguyen Pavel Hilares Santos, participaba de una reunión estudiantil en el Paraninfo Universitario. De pronto, las luces se apagaron y se escuchó un disparo. Cuando volvió la luz, un cuerpo ensangrentado permanecía en el piso. Era Nguyen. 

Después de dos días de penosa agonía, el joven estudiante universitario falleció en el Hospital de Policía en Lima. Su padre, el antropólogo Porfirio Hilares, lo recuerda así: “Nguyen era estudiante de Economía. Le dispararon el 14 de junio de 1991, cuando se realizaba el escrutinio de las elecciones internas para los centros  federados  y la Federación Universitaria (FUC). Él era representante de un movimiento de izquierda, como había ganado su lista, por eso  lo mataron; uno se siente derrotado y hay que matar a alguien para poder imponer su programa, es una cobardía matar, hay que saber convencer a la gente para que voten por uno. Él incluso recibía amenazas constantemente por teléfono. Hubo varios implicados, pero el proceso se ha reabierto.

El caso de mi hijo es un crimen, no es cosa juzgada y no puede quedar impune; se han encontrado a los autores, las autoridades sabían quiénes son, los han detenido y otros se han escapado, pero siempre los han identificado. El caso se ha archivado después de un año de proceso, por la Segunda Fiscalía Provincial  y  el Segundo Juzgado Penal del Cusco que estaba a cargo de la jueza Carlota Valenzuela quién decidió archivarlo. Dos semanas después esta funcionaria llegó a ser Ministra de Justicia en el periodo presidencial de Alberto Fujimori.

 ¿Y dónde están esos que después de matar a mi hijo permanecían ahí amenazando de muerte a otros muchachos’. Dicen que no se han presentado pruebas y a mí nunca me han convocado ni me han  notificado, ni a su mamá, cosa que terminó en el archivamiento del caso, yo esperaba que el Poder Judicial me notificara, pero al único lugar donde me notificaron fue a la policía donde presenté un documento  señalando mi domicilio” dice el padre de Nguyen Pavel.

“Nguyen para mí y para muchos jóvenes es un símbolo de la juventud que luchó por  la paz, por la humanidad, por la equidad y por la justicia, por los demás, no luchó para él, ni para sus parientes, luchó por el resto, por la gente que estaba marginada y explotada, por las mujeres que se veían explotadas, por el obrero, por el desocupado y por los campesinos pobres que aún siguen habiendo en el Perú” concluyo Porfirio Hilares.

DEL COMEDOR AL SILENCIO
 Seis de la tarde del siete de Julio de 1989. En el comedor universitario de Perayoc, un grupo de militantes  de Sendero Luminoso  irrumpe en plena cena de los comensales  para lanzar arengas a favor de la lucha armada. Un muchacho increpa a los subversivos y les pide que si quieren debatir lo hagan respetando las formas democráticas y no subiéndose encima de las mesas.

Siete de la noche. Tres balazos se escuchan en las inmediaciones de la urbanización Alto Los Incas. Cuando llega la policía y hace el registro, una libreta electoral revela el  nombre del caído: Walter Huayllani, estudiante de la Facultad de Derecho de la UNSAAC.

LAS HERIDAS ABIERTAS
Más de veinte años después de la muerte de Iván Pérez Ruibal, Nguyen Pavel Hilares Santos y Walter Huayllani, los recuerdos todavía viven en el claustro universitario. El antropólogo Porfirio Hilares Ayala dice que el proceso por la muerte de su hijo Nguyen ha sido  reabierto; la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) recoge además el caso de la  estudiante de la Facultad de Enfermería Magnolia Zúñiga quien fue asesinada el dos de julio de 1989 en la Ciudad Universitaria de Perayoc.

Esta es la sangre derramada por un docente y tres estudiantes de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco durante la guerra interna que vivió nuestra patria. Hay que recordar estos sacrificios para que la patria no vuelva a padecer el dolor que provoca la lucha entre los propios peruanos.

REDACCIÓN: Richar  Huacapuma  Huaycho

2 comentarios:

  1. Es bueno recordar las muertes de jóvenes con formación y convicción política de izquierda que jamás estuvieron de acuerdo con las acciones violentas de una organización criminal.
    Estos hechos, que jamás tuvieron un mínimo respeto por la vida humana; fueron ejecutados por psicópatas o enfermos mentales; entonces, es falso el argumento de guerra interna.

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  2. No hay guerra interna, sino de partidos políticos que desgracian nuestra democracia con la corrupción y el poder político.

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