Hasta el próximo lunes 16 de deciembre permanecerá cerrado el comedor
en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco con el fin de realizar
trabajos de mantenimiento, tras la intoxicación masiva de alumnos que comieron tallarines con pollo y ocopa.
Durante este tiempo, más de 3 mil comensales deberán
consumir sus alimentos fuera de la primera casa de estudios superiores, se
estima que en un plazo de cinco días, la Dirección Regional de Salud emitirá un
informe oficial sobre las causas que
generaron afecciones estomacales a cerca de 500 estudiantes.
En estos sucios
ambientes se almacenaban y cocinaban alimentos que consumían los estudiantes. Al
menos 500 estudiantes de la casa de estudios cusqueña se enfermaron. Inspectores
hallaron alimentos vencidos y excremento de ratas.
Luego de una inspección realizada por un grupo de autoridades, en la que se hallaron excremento de roedores y alimentos vencidos, el titular de la Tercera Fiscalía Penal del Cusco, Alberto Pérez Cárdenas, ordenó la suspensión del servicio que ofrece el comedor de la Universidad Nacional de San Antonio Abad (Unsaac).
Luego de una inspección realizada por un grupo de autoridades, en la que se hallaron excremento de roedores y alimentos vencidos, el titular de la Tercera Fiscalía Penal del Cusco, Alberto Pérez Cárdenas, ordenó la suspensión del servicio que ofrece el comedor de la Universidad Nacional de San Antonio Abad (Unsaac).
Dicha medida fue adoptada después de que cerca de 500
alumnos se intoxicaran por consumir alimentos en mal estado. Pérez dijo que la
suspensión durará hasta que se levanten las observaciones planteadas por la
Dirección Regional de Salud y de la comuna del Cusco.
Todo comenzó el último lunes a la hora del almuerzo,
según refirieron los afectados. Karina Arias, estudiante de Turismo, contó que
comió tallarines con pollo, ocopa y sopa de trigo. Cuando llegó a su casa, por
la tarde, sintió fuertes dolores estomacales, dolor de cabeza, vómitos y
diarrea. Esos mismos síntomas presentaron cerca de 500 alumnos que comieron lo
mismo.
Ella se echó en su cama. Creyó que unas pastillas le
calmarían los intensos dolores. Varios alumnos, según dijo el presidente de los
comensales de la Unsaac, Luis Antonio Jaquehua, fueron a la farmacia a comprar
pastillas contra el malestar estomacal, mientras que otros acudieron a postas
médicas. El Hospital Regional del Cusco recibió a más de 70 alumnos desde la
noche del último lunes.
Los alumnos intoxicados también acudieron el martes
pasado, de forma masiva, al tópico de la universidad, donde las enfermeras les
brindaron rehidratantes y pastillas para controlar el dolor de estómago y las
diarreas, y otros estudiantes se automedicaron en sus casas.
“Hace tiempo advertimos de la mala calidad de la
comida, del deficiente personal y de los ambientes en mal estado del comedor.
La universidad minimiza el problema, pero hablamos de cerca de 500 alumnos
intoxicados”, dijo Jaquehua.
Fiscalizadores de la comuna de Cusco, personal de la
Dirección Regional de Salud (Diresa) y miembros del Ministerio
Público llegaron al comedor, administrado por la Oficina de
Bienestar Social, para verificar las condiciones en que se preparaban los
alimentos. También se inspeccionó el almacén, la cocina y otros ambientes.
Según Güido Patilla Huacac, jefe del Área de Fiscalización
de la comuna, dijo: “Encontramos el almacén en pésimo estado. Hallamos
productos infectados con excremento de roedores, utensilios inservibles y
alimentos vencidos, sin marca ni registro sanitario. El personal no está
capacitado ni tiene la indumentaria adecuada. Hay problemas con los proveedores
y con el almacenamiento de los productos”.
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